Voisin Biscuter
Estos pequeños vehículos son de construcción española, y salen de una factoría de Barcelona a razón de 15 coches diarios, aunque constantemente es incrementado el ritmo de producción. Una vez montado el motor y antes de pasar los coches a manos de los futuros compradores, son objeto de numerosas fiscalizaciones. La carrocería es de duraluminio, su tracción delantera y la dirección, a cremallera. El motor refrigerado por baño de aceite, es también de producción nacional. Antes de recibir el visto bueno, deben triunfar de todas las pruebas a que son sometidos. La capacidad de maniobra y aceleración, les hace deslizarse fácilmente como ardillas urbanas. En las calles hay sitio para pequeños, medianos y grandes. Nada de marcha atrás, su reducido peso, 240 kg, permite hacer esto con el vehículo. Alcanza velocidades de 75 km/h, y su facilidad de conservación y su bajo coste de mantenimiento, hacen de él un coche muy popular con el que también se pueden efectuar excursiones. Le bastan 4 o 5 litros de gasolina cada 100 kilómetros, casi como un mechero. Y al lado de los coches mayores, se aprecia bien su condición simpática de benjamín de las carreteras.
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